Con la finalidad de cultivar una convivencia sana y armoniosa, es imperativo promover diversas actividades que abarquen distintas áreas de interés. Desde la recreación al aire libre hasta la participación en expresiones artísticas, estas prácticas enriquecen el bagaje experiencial de los participantes y fortalecen los lazos sociales.

Por ende, el fomento de un ambiente donde la actividad lúdica ocupe un lugar central se presenta como una estrategia clave, ya que abre un abanico de posibilidades para el crecimiento personal y se constituye un vehículo de aprendizaje invaluable.

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En este sentido, se pretende cultivar un ambiente de aprendizaje a través de la promoción de diferentes actividades lúdicas, desglosadas en las siguientes áreas: